Se va 2011, el año al que saludé deseando la revolución. Deseando el estallido social, el despertar de las conciencias. No defraudó. 2011 ha sido para mi el año en que tal vez por primera vez me sentí orgullosa de mi país al ver levantarse a los jóvenes, y no tan jóvenes, ese 15 de Mayo. El año en que una ola de exigencia de dignidad recorrió el mundo. El año en que nos mirábamos unos a otros con solidaridad apoyando esa revolución ética, esa lucha por los derechos fundamentales ante las pisadas de los gigantes. Son luchas marcadas en cada sitio por las circunstancias del lugar, tal vez tan diferentes, pero con tanto en común.
En 2011 por fin se ha prendido la mecha. Los cambios siempre son costosos. En unos lugares demasiado costosos: muchos miles de muertos en Siria, por citar un ejemplo.
Desde aquí, mi homenaje este año a todos esos cientos de miles de personas que han salido a la calle, que cada día se intentan informar de manera crítica de lo que pasa, que se comprometen, que han entendido que la lucha tiene un componente individual y sobre todo uno colectivo. Como para la revista TIME, para mi también son los personajes del año. Va por ellos.
Y ojalá haya sido el comienzo del cambio!
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