Es difícil irse a dormir después de ver el documental "To shoot an elephant" de Alberto Arce. Lo rodó a pie de calle en la franja de Gaza durante el bombardeo y bloqueo del pueblo palestino por el ejército israelí en las navidades de 2008. Seguro que recordáis aquellos días.
Tengo el corazón encogido en un puño.
Ya vale de hablar con eufemismos, vale de hablar de dos bandos del conflicto. El primer paso para solucionar problemas es llamar a las cosas por su nombre. Israel está llevando a cabo un genocidio respaldado por la comunidad internacional al no hacer nada por impedirlo. EEUU es el mayor cómplice al vetar cada uno de los intentos de resolución de la ONU contra la ocupación. ¿Para cuándo los mandatarios de EEUU e Israel sentados en el banquillo?
Impresionante que un estado creado a raíz de dar tierra a las víctimas de un genocidio sea el verdugo a su vez durante las décadas siguientes.
Todo mi amor y solidaridad al pueblo palestino.
Nota: una de las cosas que podemos hacer, a parte por su puesto de compartir la información SIEMPRE e intentar ser ciudadanos conscientes, es el boicot al consumo de los productos israelíes. Una vez más, tocar la pasta de las empresas.
Tengo el corazón encogido en un puño.
Ya vale de hablar con eufemismos, vale de hablar de dos bandos del conflicto. El primer paso para solucionar problemas es llamar a las cosas por su nombre. Israel está llevando a cabo un genocidio respaldado por la comunidad internacional al no hacer nada por impedirlo. EEUU es el mayor cómplice al vetar cada uno de los intentos de resolución de la ONU contra la ocupación. ¿Para cuándo los mandatarios de EEUU e Israel sentados en el banquillo?
Impresionante que un estado creado a raíz de dar tierra a las víctimas de un genocidio sea el verdugo a su vez durante las décadas siguientes.
Todo mi amor y solidaridad al pueblo palestino.
Nota: una de las cosas que podemos hacer, a parte por su puesto de compartir la información SIEMPRE e intentar ser ciudadanos conscientes, es el boicot al consumo de los productos israelíes. Una vez más, tocar la pasta de las empresas.