17 abr 2014

La bestia

Desde la altura se aprecia lo pequeños que somos. También la magnitud de la bestia.


¿Es la libertad tan sólo un espejismo que se da cuando la bestia se sabe a salvo?

Podemos sentirnos libres, organizarnos para acabar con ella, decenas, cientos, miles de grupos de activistas. Le arañamos. De un lado y de otro. Podemos sentirnos libres pero sabemos que en cuanto se siente amenazada, cuando le propinamos golpes certeros, la bestia de defiende a zarpazos y rompe espejismos. Y pone de manifiesto que no está dispuesta a ceder.

¿Nos sentimos libres en una libertad ficticia porque la bestia lo tiene todo bajo control? ¿Nos sentimos más libres cuanto más lejos estamos de acabar con ella?

Despertar de la falsa seguridad capitalista implica arriesgar nuestro sueño de libertad. Aunque una vez despiertos, nosotros mismos seamos quienes rompemos el espejismo.