31 dic 2011

Agur, 2011

Se va 2011, el año al que saludé deseando la revolución. Deseando el estallido social, el despertar de las conciencias. No defraudó. 2011 ha sido para mi el año en que tal vez por primera vez me sentí orgullosa de mi país al ver levantarse a los jóvenes, y no tan jóvenes, ese 15 de Mayo. El año en que una ola de exigencia de dignidad recorrió el mundo. El año en que nos mirábamos unos a otros con solidaridad apoyando esa revolución ética, esa lucha por los derechos fundamentales ante las pisadas de los gigantes. Son luchas marcadas en cada sitio por las circunstancias del lugar, tal vez tan diferentes, pero con tanto en común.

En 2011 por fin se ha prendido la mecha. Los cambios siempre son costosos. En unos lugares demasiado costosos: muchos miles de muertos en Siria, por citar un ejemplo.

Desde aquí, mi homenaje este año a todos esos cientos de miles de personas que han salido a la calle, que cada día se intentan informar de manera crítica de lo que pasa, que se comprometen, que han entendido que la lucha tiene un componente individual y sobre todo uno colectivo. Como para la revista TIME, para mi también son los personajes del año. Va por ellos.

9 dic 2011

No a una guerra en Irán

Hace tres años hospedamos en casa a Yasi y Golnesa, dos hermanas iraníes. Entraron por la puerta siendo unas desconocidas de viaje por la ciudad y les despedimos tras 4 noches con nosotros como amigas. Algo hizo que encajásemos desde el principio. Compartimos vino, comida persa y conversaciones profundas de madrugada.

Desde entonces no había tenido la ocasión de hablar ni escuchar a nadie vinculado a Irán hasta esta semana. La intervención de Abass Edalat en la conferencia "Don't attack Iran" (organizada por Stop the War Coalition), profesor de Imperial College London y activista político, me pareció desgarradora. La fuerza de sus palabras, la rabia e indignación en su mirada me removió por dentro. Te hacía sentir incómodo en la silla, cómplice de los crímenes de estos países tan democráticos en los que vivimos.

Occidente en cierta manera ya ha declarado la guerra a Irán. Se está preparando el camino y recuerda tanto al 2003 los meses antes de la invasión de Irak que da pavor. Se va poniendo poco a poco a la opinión pública en contra de Irán mediante las mentiras y la difamación, alimentando el miedo y el odio. Las sanciones se endurecen y se está aislando a Irán diplomática y económicamente por parte de EEUU, Canadá y Reino Unido. La UE y Japón también se han unido a las sanciones. El familiar "o estás conmigo o estás contra mí" de la guerra contra el terror. Si haces negocios con Irán te meto un buen palo, porque apoyas a "los terroristas". Demencial...

Son dos las ideas que nos están intentando meter poco a poco a la población en una campaña mediática de demonización del país, para justificar una intervención militar en Irán:

1. Las famosas armas de destrucción masiva (inexistentes en Irak), en este caso las armas nucleares, de las que se dice que no hay pruebas concluyentes. ¿Qué credibilidad puede tener un país como EEUU en este tema, que además es sabido que presiona a la OIEA? (Los cables de Wikileaks desvelan como poco la complicidad de Yukiya Amano, presidente de la OIEA, con EEUU y sus intereses), ¿Y qué pasa con Israel? Se empeñan en decir que sería una amenaza para la paz mundial si Irán consiguiera el artefacto, cuando Irán no ha invadido a nadie. Las mayores amenazas para la paz se ha demostrando que son EEUU e Israel.
En 2004 la administración Bush autorizó con una Directriva Presidencial el uso de armas nucleares contra Irán. En 2008 el premio nobel de la Paz (¡!) Barack Obama la ratificó.

2. La violación de los DDHH en Irán. Cuesta entender cómo países como EEUU e Israel pueden hablar de derechos humanos con la cantidad de crímenes contra la humandiad que llevan a sus espaldas: Irak, Afghanistan, Lybia, Palestina...
A esto se le suma la islamofobia, que es la nueva cara aceptable del racismo. ¿Estamos pasando del odio a los judíos al odio a los musulmanes? Esto es algo que está creciendo en Europa, y en muchas ocasiones potenciado por comentarios de políticos, como por ejemplo David Cameron.

Son demasiados los sucesos en los últimos meses para tratar de debilitar Irán: asesinatos de científicos nucleares iraníes, ataques con virus sofisticadísimos a las centrifugadoras de una central nuclear, sanciones y aislamiento de la República Islámica, violación del espacio aéreo con aviones espías, filtraciones del informe de la OIEA...

¿Tanto les sorprende que haya habido iraníes que hayan atacado la embajada británica?
Los ponentes de la conferencia de Stop the War Coalition nos contaron muchos datos que yo desconocía. Transcribiré los vídeos cuando los cuelguen online.

No podemos ser cómplices de una nueva guerra. Esta vez no.

3 dic 2011

Recortes, ¿la única vía?

Llevan meses vendiéndonos la política de recortes como la única vía, la única manera de salir de la crisis. Gastamos demasiado, el sistema es insostenible. Se habla de gasto, no se habla de inversión. El juego de siempre con las palabras.

Cuando te repiten y te machacan mucho tiempo con la misma mentira terminas por asumirla como una verdad. Pero hay corrientes de pensamiento diferentes a la ideología que nos muestran como única. Y no se trata de gente que no sabe de lo que habla. Economistas como los nóbeles Paul Krugman y Joseph Stiglitz, y a nivel estatal, el catedrático Vicenç Navarro. Ellos y tantos otros nos advirtieron de lo que se avecinaba cuando el resto estaban cómodos asesorando la fiesta de las grandes corporaciones financieras.

Hay alternativas, y nos las explican muy bien. Coinciden en el aumento del gasto público como medida esencial para que haya estímulo económico. Esto no es algo nuevo, ya lo hizo Roosevelt en EEUU para salir de la Gran Depresión. Su solución fue aumentar la demanda redistribuyendo las rentas en aquel momento de gran desigualdad (situación en cierta manera similiar a la de ahora) para que la población asalariada pudiera consumir. Se estableció el estado del bienestar (New Deal), se regularon los mercados y los bancos y llegó a tasar un 91% en renta y patrimonio a esa gran minoría que en aquel momento había acumulado gran parte de la fortuna del país.

En España no hay motivos para pensar que no se podría tomar un camino parecido (nuestro gasto social es de los más bajos de la UE-15). Se podría (y debería) hacer una reforma fiscal profunda. Los ingresos del Estado son del 32% del PIB, mientras la media de la UE-15 es del 44%. La diferencia no lo es tanto en los impuestos que pagan las personas en nómina, sino en lo que no pagan las grandes fortunas.

El fraude fiscal, es la gran desgracia española, y se debería eliminar de inmediato. El 72% del fraude en España se da a cargo de las grandes empresas, entidades bancarias y grandes fortunas, y se contabiliza en 44.000 millones de euros. ¿Cómo es posible entonces, que nos hablen de que es necesario renunciar a unos servicios básicos como son sanidad, educación, pensiones...? Los asesores del PP aconsejan recortar el gasto público en 25.000 millones de euros.

Es algo tan sencillo como que no hay voluntad política. Nos gobiernan personas que defienden más los ingresos de esa minoría de poderosos que el bienestar de la inmensa mayoría de la población. Día a día nos bombardean con mentiras y millones de personas caen en la trampa de no ver más allá, de no informarse y de no contrastar.

Y así nos vemos hoy, con una (desproporcionada) mayoría absoluta de un partido que no va a hacer sino desmantelar el estado mínimo de bienestar que teníamos. Y no sabemos lo que tenemos hasta que nos lo quitan. El negocio de los fondos de pensiones privados, sanidad privada etc es fácil y jugoso, porque es un negocio seguro si privas a la gente de un servicio público, universal y de calidad y les pones entre la espada y la pared.

Llegan tiempos de lucha. Tiempos en los que tenemos que reaccionar e informarnos más que nunca para ser libres y no dejarnos engañar por el beneficio de unos pocos.

La información está ahí, sólo hay que buscarla.