Lo que está en crisis es el sistema productivo de globalización neoliberal. Desde hace 30 años la poderosa ideología dominante del capitalismo desregulado que ha dominado el mundo nos ha ido llevando a la ruina. El crecimiento de producción económicamente insostenible sólo se podía sostener (o mejor dicho, prolongar en su estado comatoso) a través de la deuda. Los poderosos acumulan poder exponencialmente, y el grueso de la población se empobrece viviendo o teniendo que vivir por encima de sus posibilidades.
Se rechaza la intervención del Estado en la regulación del mercado, pero se espera su respaldo cuando la deuda e insolvencia financiera y bancaria amenaza. Pero claro, "it's too big to fail" (es demasiado grande para dejarlo caer). Y así entramos en la era de la "Deudocracia". No entiendo qué más evidencias se necesitan para actuar, para descartar este modelo económico y empezar a regular los mercados previamente desregulados. La historia desespera. Que países en superávit estén ahora con la pistola en la sien por aquellos que han sido rescatados por estos mismos gobiernos es indignante. Y que estas entidades financieras hayan comprado la deuda contraída por los gobiernos para recapitalizar bancos es aterrador.
La invasión y el control ha llegado en silencio, sin una lucha en la calle, sin guerra al uso. Estamos secuestrados por los especuladores. Gobernados por unas pocas agencias de calificación y bancos de inversión que de la mano juegan a descabezar gobiernos elegidos más o menos democráticamente. La democracia bajo mínimos. Una papeleta a la urna para elegir al próximo esclavo del gran capital.
Es alucinante que haya tanta gente que haya votado al Partido Popular esperando un cambio de rumbo y una mejora en sus vidas. El cambio requiere una respuesta al sistema a modo de repulsa, de apuesta por un giro de verdad. El PSOE ha estado a merced de Angela Merkel, de Obama y de los "Mercados" (permíteme la mayúscula a estas alturas). Ha hecho los recortes que se le han exigido, ha puesto por delante con el consentimiento del PP (y UPN) los beneficios de las entidades financieras a los derechos básicos de las personas. El 55% de la deuda española la poseen acreedores españoles (bancos e inversores) y estos obligan al gobierno a priorizar el pago de las deudas que el Estado tiene con ellos por encima de su obligación principal: proteger a los ciudadanos cubriendo sus necesidades sociales básicas. El colmo es que ahora este pago de la deuda es absoluta prioridad según nuestra Constitución. Se paga antes a los bancos que se cubren las necesidades ciudadanas.
Es bastante evidente que el camino que con toda seguridad va a tomar el PP no va a ser un cambio de sentido, sino que la política va a ser equivalente en fondo, y seguramente más acentuada en forma. Rajoy ha alabado en más de una ocasión las políticas de recorte social de Cameron en Reino Unido (que están siendo un desastre). No entiendo cómo la gente quiere más de la misma medicina con tantos ejemplos en casa de nuestros vecinos europeos, y en la nuestra propia, que demuestran que esas políticas de recortes sociales y privatizaciones son un absoluto fracaso.
Veo negro el futuro. Y a la vez veo en primera página cómo Egipto sale en masa reivindicando colectivamente su futuro. Quieren ser un pueblo soberano. Nosotros creemos que lo somos, pero más nos valdría hacer como ellos, y decir todos a una que YA ESTÁ BIEN. Porque los que estamos en la base somos la inmensa mayoría. Y si la base tiembla, se cae la pirámide.
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